viernes

Sindrome de Estocolmo, Asalto chido

Venía de algún lugar, caminando una larga avenida vacía, aferrada a mi bolsita azul.
Eran las diez de la noche & da la tremenda casualidad que el faro de mi esquina no servía.
Empezaba a hacer frío. De ese frío sabroso que te hacer querer estar en alguna cama enpiernada & con un café en la mano.
Pero lo único que traía en la mano era mi bolsita azul & algo de miedo a que los desgraciados rateros anduvieran huyendo del frío & espantando gente a esas horas.  Bien me decía mi mamá: "no pienses en cosas malas, porque terminan pasandote cosas malas".
Me distraía pensando en que haría llegando a mi casa: seguramente un café, luego metería mis pies en agua calientita, luego marcaría unos números en el teléfono & me contestarían para decir---

-¿Por qué tan sola a estas horas nena?...tsss que no tienes quien te traiga a tu casa?
Si, eso me dirían.
El mono de casi dos metros de altura había emergido del lodo seguramente, porque jamás advertí su figura de algún otro lado. Ya estando muy pegadito a mi me tomó del antebrazo & guió mis pasos -que ahora eran tropezones- hacia un jeta negro que también había emergido del asfalto húmedo, porque de otro modo no pudo haber estado ahi todo el tiempo.
"Puta madre, & hoy precisamente debía sacar esta pinche cámara!¡ eres una pendeja Jessica porque no la olvidaste en el trabajo? o porque hoy precisamente no llegas temprano?...no pongas cara de asustada...no pongas cara de asustada...puta madre este güey esta torísimo, de un zape me desnuca..."

-Vamos nena ¿apoco te asusté? asustada ya venías, tus ojitos andaban bien abiertos, a ver ¿qué escondes nena?

Era gracioso oir al grandote llamarme "nena" con tanta delicadeza, como si a su novia estuviera hablandole, como si no se tratara de un vil & común asalto. Esperaba que solo tomara la cámara -que por diversas razones "ese" día habia ido a recoger del técnico- & me lanzara lejos, no tenía facha de querer hacerme algo mas, es mas, ni siquiera fue brusco o grosero. Íbamos caminando despacio, como si no tuviera prisa, o como si eso fuera lo último que deseara hacer para, como yo, irse a meter a su cama...
Llegamos a su carro & me puso un brazo como para que no huyera. No tenía intenciones de, porque no soy muy veloz & además...de pronto pensé que, mi actitud en un momento asi es demasiado...calmada. Como si conociera al individuo & en unos dias me fuera a devolver lo hurtado.
No sentí en que momento me arrebató la bolsita azul, de tan preocupada que venía por ella. La esculcó una, otra, & otra vez...se echó a reír, con cierta ternura, como si le hubiera caido bien.
& me dije: "Jessica, ¿cómo diantres le vas a caer bien a este gorilón? ¡!te está asaltando carajo!¡

-Ay niñita, pensé que al menos cartera cargabas, mira que traes; & fue tirando una por una mis cosas: un cuaderno, libros, plumas, mis audifonos, un cable usb...no traes pero ni el vuelto de tus papás.

-¿En serio? ¡!Juramelo¡!
-¡!De veras!¡ checale- & me reresó la bolsita azul
-¡!hijo de puta¡! donde carajo está?!?
-a ver a ver a ver, ¿apoco traias algo?
-si!¡ hoy fui a recoger una cámara con el técnico & mi celular, &...

El asaltante me miraba, & yo intentaba mirarlo, preocupada, alzando la cara e inventando su  rostro de maleante en la oscura noche que nada me dejaba ver. Esperaba.

 
-¿Entonces?...¿onde quedó?
-¡!no sé¡! seguro...¡!cuando me dormí en el camión¡!
-Tonta. ¿Quién se duerme en los camiones trayendo algo tan "valioso" y que tan facilmente pueden arrebatarte?
-¿No necesita nada mas? debo entrar a hacer un par de llamadas.

& aquí sucedió lo maravilloso de la noche, lo inimaginable, lo extraodinario...bueno; pasó que el gorilón me prestó su celular, contestaron mi telefono & supe que dejé con el técnico mis cosas. Pasó que se ofreció a llevarme por ellas-& yo estupidamente acepté-, pasó que le di las gracias & me dejó en la puerta de MI casa, SANA & SALVA.
Ah¡! además comprobé que no era tan "gorilón" como me había parecido; & también pude verle la cara, & no era precisamente la cara de alguien que asalta gente a las diez de la noche. Para nada.

A los tres dias suena mi telefono, era el gorilón. Me invitó a tomar un café & me pidió disculpas; me contó que tenía 23 años & vivía solo, estudiaba economía. & esa noche, se le ocurrió, solo por diversión, asaltar a alguien. La afortunada fui yo, porque la calle estaba oscura & penso que pondría resistencia. Pensó que jalonearía o gritaría como loca huyendo de él, & asi de facil podría obtener...algo. Pero le sorprendió mi serenidad al ser asaltada. 
-En realidad no quería quitarte nada, & cuando vi tu carita, tu manera de aferrarte a la bolsita azul, decidí mejor ayudarte.
Lo de "tu carita" causó algo raro en mi sarcasmo, si hubiera escuchado mis pensamientos, si hubiera olido mi terror al escucharle decirme "nena". Ja.

Salimos otras cuatro ocasiones &, si, creo que le dicen Síndrome de Estocolmo, terminé saliendo -& enamorándome- con el tipo que en una noche fría en que regresaba caminando por una calle larga & oscura, quiso "asaltarme", de la manera mas amable. Enamorada de tu verdugo, lo mejor del mes de junio.


..." ESTE ES UN ASALTO CHIDO¡!¡..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

show me something...