miércoles

"La chica"

Regresó.

Esa chica delgada, morena & con una nariz peculiarmente grande.
Regresó para hacerme la vida mas amena, mas productiva & quizá mas adictiva.

Adicciones. Me recuerdan a Jesús; adicto a tantas cosas, la mayoría ácidos & fermentos de cualquier cosa que caiga en su paladar.

Adicciones. También me suena a la vida hasta hace, seis meses. Convivir con Iris, con Isela, con demás gente de la cual no recuerdo bien el nombre, pero que, sinceramente, me ha dejado mas que costras en el cuerpo.

Adicciones. Oh si, hablaba de la chica"".
Tiene tres años mas que yo, pero -según primos &demás fastidiosos-, me veo mas grande que ella.
Lo cual no me agrada del todo. Pero estoy segura que entre nosotras dos nunca ha importado quién es mayor o quien es mas madura, porque ninguna de las dos lo es.


Recuerdo esa rara manía de dejar cepillos de dientes en los baños de los hoteles; bueno, no solo cepillos, también calcetines & notas.
La última vez que salimos a la playa; dejó en el hotel una nota comiquísima, que decía: en esta cama perdí la virginidad/perdí litros de lágrimas rancias/perdí notas musicales/& perdí mi nombre: ZURIXADAI IVONNE.""


Caminatas & carreras bajo lluvias ácidas, sonorizadas por caifanes; &que alguna vez, nos simpatizaron mas que una gripa. También cigarros que su madre venía a apagarnos; o música que los vecinos coreaban cuando estabamos solas en su casa.
& cuentos, demasiados cuentos que inventabamos para no aburrirnos o suicidarnos.

Nombres de chicos que vendrían para hacerla reir hasta reventar el estómago; nombres de ciudades que añorabamos pisar & otras que destruíamos en interminables maldiciones.
Gente & familiares, animales, colores que alguna vez nadie entendía mas que Zuri & yo.

Yo le decía que ni intentara subirse al avión porque haría cualquier cosa para no dejarla ir. Pero cuando su vuelo a los Angeles se estaba anunciando, lo único que pude hacer fue abrazarla & pedrile que se cuidara. No sabía si maldecirla, o llorarle como magdadela, porque sabía que no regresaría jamás. Porque sabía que mi amiga -si regresaba- ya no regresaría siendo mi amiga.

Se subió al avión & tuve que salir del aeropuerto como pude. Arranqué el auto & aceleré hasta perder de vista el complejo & la miniatura donde ella iba sosteniendo su discman, escuchando seguramente a un tal Saúl.


Regresó.
Esa chica delgada, morena & con una nariz peculiarmente grande.
Regresó para hacerme la vida mas amena, mas productiva & quizá mas adictiva.

Su hija se llama Gabriela, como Gabriela Mistral. Le gustaba Gabriela Mistral.


"¡Y ser con él todas las primaveras y los inviernos,
en un angustiado nudo, en torno a su cuello ensangrentado!!"
Gabriela Mistral
Ahora tengo dos amigas, una mas seria que la otra; quizá me deje echar a perder a su hija, o quizá no necesite ayuda. Ella sola pudo hacer cualquier tonteria, hasta entrar al super como sin nada, & salir con nuevo principe azul.

Vaya mujer,
que cuatro años no te han hecho ni una arruga,
ni cambio que lamenten nuestros cuentos.

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