hoy fue...

Empecé a pintarme las uñas. & definitivamente el verde ya no les queda.
De eso me dí cuenta. 

Salía a caminar & me topé con algunos amigos, la mayoría tenía trabajos o gente que atender; así que decidí seguir caminando, tracé un no tan buen sendero, pero cuando el cuarto cigarro hacía algo raro en mis neuronas, el camino ya estaba olvidado.
Solo caminé, solo seguí algún ruido & me extravié en la misma ruta que mis dolores.

Alguna psicoanalista me enseñó a respirar & a saborearme mas, a mí, a mi sola. Intenté hacerlo. No me salió tan mal. Inhalar, 1, 2, 3, 4...exhala, 1, 2, 3....algo se estaba quemando & mi ejercicio se vió interrumpido.

Llegué al basurero minucupal!¡!¡ El hedor, las moscas, los cachivaches, la vida que deshecha la vida; alguna canción -otra vez-, de Joaquin Sabina & la cascara de una fruta.

"...&morirme contigo si te matas...
&matarme contigo si te mueres...."


Nadie mas. Ni un perro, ni un zopilote, nadie. Solamente yo & las siete de la tarde que casi oscurecían el camino. Me puse cómoda & los pensamientos llegaron solos. Supuse tantas cosas. Encontré divertidas otras mas. Lloré de algunas, me reí de la mayoría.

El jueves me robaron mi mochila.
El martes conocí a Monse.
El sábado visité a los abuelos.
El viernes nació Quetzalli.
El lunes di un beso largo, largo...
El domingo morí, de cachito en cachito, morí.


Nadie se imagina que los pensamientos & los olores del deshecho del pueblo sirven para limpiarte el alma. Para sacudirte la cabeza & regresar pintando el sendero, de color fosforescente.

Nadie se imagina que llegué llena de todo, & regresé vacía. No tan vacía. No tan comodamente vacía, pero si lo suficiente.

Por fin un perro!¡
Un perro ciego del cual quizá cuente su vida, sus anecdotas, o mas razonablemente, sus filosofías...