martes

nada

Pasa rosándo tu brazo lentamente
como incitandote no solo a pecar
sino a morirte enterito.
Te enchina las intenciones que
no llegan ni a quemarse en tu cerebro.
Se las lleva.
Te atropella cuando sales de la escuela
e intentas buscar un pretexto para que te dejen solo.
Se cuelga de tu odio -siempre odias-
sus pretextos son tu fatiga -siempre a gatas-

Un anafre encendido
rojo
enojadísimo
andante que busca tus hombros para colgarte la culpa.
Que atrae a tus nudillos a romperse en su clavícula

Enterrado con todo & zapatos
Enterrado con todo &...¡la muerte!
Hace dias te coqueteaba -claro, todas saben hacerlo perfecto-
la ví voltear la mirada varias veces
sonreía en exceso cuando llegabas
se cambió hasta el color del labial...debí intuirlo.

Enterrado, querido
Así amanecemos de vez en cuando
Enterrados con la pinche muerte sobándonos los pies, contándote los dedos...


Ésta fue Camila, "Ella Durazno" (gracias gracias)

1 comentario:

  1. Mat Piscatordiciembre 21, 2010

    La plaza de la ciudad da la bienvenida a la media noche. Cuando juzgo que el silencio debe asentarse sobre las aceras verdosas, un murmullo de gente me sorprende. Están dispuestos sobre las anchas escaleras de cantera, una vela por allí, otra mesa por acá, risas en saludos tersos chocan entre sí arrullándose en una espera que no entiendo. ¡Por fin! Las manos cruzadas, la ausencia de ruidos propios de trasnochados, el orden geométrico de las velas y los tapetes que cada uno lleva para no ensuciarse los pantalones, me lo confirma. Los extranjeros de la ciudad se están dando cita a media noche para una ceremonia de meditación. Excepto una mujer, todos son blancos, hasta las empleadas del café de la esquina que atienden con una sonrisa roja a los visitantes. La luna se levanta por encima de las torres de la iglesia. La espera no puede continuar, así lo indica el astro, así lo demuestra el rostro plateado de Jessica. Se dirige a todos y la escuchan sin moverse.

    Ella me saluda como quien recuerda a un viejo amigo de su padre, con el que gustaba escribirse cartas y fumar habanos.

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